Las fiestas decembrinas nos exponen a un ambiente lleno de recordatorios constantes de que hay que comprar regalos, pasar tiempo con la familia, ser felices y pensar en los propósitos para el siguiente año. Aunque las tradiciones navideñas tienen una finalidad que nos invita a la reflexión y unión con los seres queridos, la cultura del consumismo y del exceso de estímulos relacionados con la Navidad, pueden llevarnos a desarrollar síntomas depresivos y de ansiedad.
Un aspecto importante es que la familia es parte fundamental de esta época, ya que implícitamente es un momento en el que se tiene que pasar tiempo de calidad. Sin embargo, la Navidad puede provocar una intensa ola de emociones y en algunas circunstancias puede ser un desencadenante importante de recuerdos, heridas, resentimientos y asuntos no resueltos. Desde memorias de la infancia, ya sean lindas o dolorosas; como peleas y malos entendidos, que se mantienen en la actualidad; hasta darse cuenta de los seres queridos que ya no están.
Entre las temperaturas que disminuyen por el invierno en ciertos países, y lo antes mencionado, diciembre viene a ser un mes, en donde estadísticamente hablando, hay repercusiones en la salud mental para determinadas personas. “Según la Universidad Complutense, en España 66% de las personas tienen un aumento de ansiedad y estrés por estas fechas; y en EU 64% de las personas diagnosticadas con un trastorno mental empeoran” (El Diario, 2022). Por lo que, es importante poner atención al cuidado de nuestra salud mental y de la de las personas que nos rodean.
A continuación te comparto algunas consideraciones para sobrellevar estas fechas de la mejor manera posible:
* SIENTE LO QUE TENGAS QUE SENTIR
En lugar de enjuiciar por qué te sientes mal, date la oportunidad de identificar tu emoción (tristeza, enojo, nostalgia, melancolía, etc). Platicalo con tus seres queridos de confianza, escríbelo, llóralo, cántalo, camina, descansa, pasa tiempo de calidad contigo mismo. Lo más importante es que no te obligues a la hipocresía emocional de cambiar tu emoción por los demás. Por ejemplo: “Estar feliz, sólo porque los demás están felices por la época”.
* NO FUERCES A LOS DEMÁS A HACER COSAS QUE NO QUIEREN
Puede parecer inofensivo el proponerle a alguien que se ponga un suéter navideño, ir a un mercadito, cena o evento. Si la persona se resiste a ir o no lo ves con intenciones de hacerlo, respeta su decisión. No sabes cuál es su situación interna. Lo que sí puedes hacer es invitarlo a platicarte y recomendarle que acuda por ayuda profesional para gestionarlo sanamente.
* PRIMERO VA TU BIENESTAR EMOCIONAL ANTES QUE LOS DEMÁS
Aunque son épocas de múltiples eventos sociales, si te sientes incómodo por algún motivo, habla con la persona que te hizo la invitación y explícale por qué no te sientes agusto de asistir. Priorizar tu sentir es más importante que tratar de quedar bien o hacer las cosas por compromiso.
* SON TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO Y NO DE NADIE MÁS
Si no lograste tus objetivos, en lugar de castigarse con insultos mentales, piensa de qué forma puedes aterrizarlos para que sean alcanzables el siguiente año. Es mejor un propósito y cumplirlo, que muchos y dejarlos a medias. Pequeñas acciones constantes te llevan a metas mantenibles y satisfactorias.
Si te sientes triste constantemente, sin ganas de socializar, tienes pensamientos constantes que te abruman, tu sueño y alimentación se han modificado, y tus ocupaciones van en picada; no dudes en buscar a un profesional en salud mental a la brevedad.
Recuerda: Como tú piensas, sientes y actúas.
REFERENCIA:
https://www.eldiario.es/consumoclaro/tu-mejor-yo/influyen-atracones-depresion-navidena_1_9808261.html#:~:text=Seg%C3%BAn%20los%20estudios%20citados%20por,la%20depresi%C3%B3n%20est%C3%A1n%20%C3%ADntimamente%20relacionadas.
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